El Camino de las Altas Cumbres, la RN3 en Tierra del Fuego y el Abra del Acay. Trabalengua: tres tramos ruteros que, si tenés la posibilidad, deberías hacer. Uno en el Sur, otro en el Centro y el último, bien al Norte. Todas, ilustradas con fotos de Juan Martín Roldán.
El Camino de las Altas Cumbres de Córdoba (RN34) une tres valles a través de la generosa Pampa de Achala. Justo a medio camino entre Mina Clavero y Alta Gracia, está el ingreso al Parque Nacional Quebrada del Condorito, que no sólo protege a la población de cóndor andino (Vultur griphus), sino también al mayor colector de agua de la provincia: la Pampa de Achala. La ruta en sí misma merece tiempo para recorrerla. En cada curva y contracurva hay paisajes para frenar (¡en los lugares permitidos!), caminar un rato o tomarse unos mates. La foto de abajo es de esta ruta, y pertenece al último viaje que hicimos a la región. Esa vez unimos Mina Clavero con La Cumbrecita, para luego subir hasta La Cumbre.
Caminamos hasta el nacimiento del río Mina Clavero (un hiking demandante), fuimos hasta la Pampita del Abedul y las cuevas en La Cumbrecita, e hicimos parapente en Cuchi Corral (La Cumbre).
La Ruta Nacional 3 en Tierra del Fuego es una locura, un viaje que todos los argentinos deberíamos hacer. Entre otras cosas, porque hay que cruzar el Estrecho de Magallanes en una barcaza (dura 20 minutos), entrar a Chile y luego volver a Argentina, dentro de la misma isla de Tierra del Fuego. Desde Río Gallegos hasta Ushuaia son 580 kilómetros, que nosotros hicimos en ocho horas (yendo tranqui). Del lado chileno, la ruta está asfaltada hasta Cerro Sombrero; después hay ripio angosto y banquinas profundas hasta el Paso San Sebastián, donde volvemos a entrar a nuestro país; allí vuelve el pavimento. Lo más destacado son los cielos: por alguna razón climatológica y geográfica, las nubes son pequeñas y parecen estar suspendidas, quietas, flotando, dispersas; pero también se ven otras, más alargadas (no eran lenticulares) que, por momentos, parecían abrazar a la Tierra en sus extremos. El paisaje de estancias fueguinas, con sus cascos y ovejas dispersas, es inigualable.
Del lado argentino y antes de Río Grande, se llega a ver el Océano Atlántico Austral. Ese momento es impactante.
El abra del Acay es, según dicen, el paso rutero más alto del mundo: 4.791 msnm. Cuando nosotros lo hicimos, el viento estaba furioso y le pegaba unos sacudones al Jeep que daban miedo. Pero así y todo, logramos bajarnos y sacar unas fotos, y jugar con las ráfagas, claro. Es la RN40 que, en este tramo, une San Antonio de los Cobres con el gran Valle Calchaquí. La primera parte es dura por el permanente ascenso; pero la segunda baja de forma abrupta en curvas y contracurvas cerradas, donde en muchas partes pasa un solo vehículo.
El primer pueblo después del descenso es La Poma. Allí, el río Calchaquí se mete literalmente en las montañas, y un guía local Zacarías (todos lo conocen) te lleva a una caminata única.