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Tandil: un destino rockero

Una cabalgata por la Sierra del Tigre, paseo en bici por El Centinela, degustación de quesos, escalada en un nuevo parque roquero, degustación de salamines, salida de running por senderos, caminata por las sierras, degustación del pastel antiguo (¡puf!)… Tres días en Tandil no fueron suficientes y ahora planeamos volver. Este es nuestro viaje por las rocas más antiguas del país.

Gabriel Barletta habla hasta por los codos. Si no cuenta sobre los blancos y los indios, describe el proceso geológico que dio origen a Tandilia, y si no, se la pasa contando acerca de las bondades del caballo. En muchas ocasiones, hasta no deja espacios para que otros metan bocado. Lo cierto es que esta fórmula le funcionó: hoy es el guía de cabalgatas más reconocido de Tandil, y el más histórico. Y también es cierto que a pesar de que, habla hasta por los codos, lo que dice siempre es interesante y con fundamento. El campo en el que tiene a los caballos está a tiro de piedra de la Reserva Natural Sierra del Tigre y entonces sus cabalgatas suelen recorrerla. “Acá vinieron a filmar una parte de El Zorro y usaron a este caballo, el negro, que desde aquella vez aprendió a pararse en dos patas. Mostrales Ian”, le dice a su hijo de 10 años. En seguida, el niño monta a pelo y, agarrado de las crines, hace el show. Después, Barletta agrega: “Para dominar al caballo, tenés que dominar tu propio miedo. Se dice que no hay malos caballos, sino que hay malos jinetes. Eso significa que vos no tenés que ponerte excusas, sino que tenés que lograr que tu caballo haga lo que vos querés. Con carácter, serenidad y firmeza. Arriba de él tenés que ser un rey, un líder. Por eso es el deporte del liderazgo.” Interesante observación. Después, el equipo de Ochentamundos y unos cinco turistas tratamos de llevar a la práctica lo que dijo el guía y salimos de cabalgata hacia la zona de la Reserva.

Tandil es tierra de actividades casi aptas para todo público

Hay zonas para hacer hikings, paseos en bici, senderos técnicos para hacer mountain bike, hay varios spots de escalada, también hay tirolesas y opciones para practicar rappel, cabalgatas, paseos por la ciudad (¡es un muy buen hiking! ya que el casco urbano conserva pinceladas históricas, puntos gastronómicos y parques bellísimos) y, por supuesto, degustaciones. El que me lleva a conocer la ciudad más en profundidad es Sebastián Bedascarrasbure, descendiente de vascos y nacido y criado en Tandil. Seba se fue a Buenos Aires a estudiar Marketing y terminó viviendo allá más de diez años, hasta que finalmente logró acomodar las cosas para volver a su ciudad natal. Hoy en día trabaja con la prensa, comunicación y marketing del Ente Mixto de Promoción Turística de Tandil, una modalidad de trabajo que se aplica en algunas provincias y que busca articular al Estado con los operadores turísticos. Lo primero que hacemos con Bedascarrasbure (alto apellido) es ir al Centinela, un complejo de aventura ubicado a cuatro kilómetros del centro de la ciudad. Allí se puede hacer bici (hicimos), rappel (hicimos), tirolesa, subir en una aerosilla y, por ejemplo, comer en El Parador (hicimos). El circuito de bici estuvo bueno, lo mismo que el rappel, pero lo que nos sirvieron en el restorancito no tiene comparación. La tabla de quesos, fiambres y embutidos, la cazuela de ciervo y el cordero patagónico estuvieron muy bien, pero el Pastel Antiguo es, por lejos, de lo más recomendable de este viaje: tiene trozos de pollo, morrón, aceitunas y huevo duro; todo, cubierto con puré de calabaza y azúcar negra, que se gratina en el horno a leña. De lo mejor que ha probado este humilde servidor de prensa en los últimos años.

De vuelta con Gabriel Barletta

Su cabalgata transcurre dentro de la Reserva Natural Sierra del Tigre. Mientras avanzamos lento por rocas, bosquecillos y pampas, el guía se las arregla para que todo el grupo lo escuche.

Gabriel Barletta

“El sistema de Tandilia es un óvalo que nace en Mar del Plata y termina en Olavarría. Tiene 380 kilómetros de largo y 50 de ancho. La parte periférica es sedimentaria y blanda, y por eso hay muchas sierras tabulares, y de allí se saca yeso, cemento y otras calizas. En el centro, en cambio, lo que quedó son montañas de origen volcánico que primero fueron magma. Hoy son las formaciones que vemos de granito, moldeadas por las erosiones hídrica, eólica y catafilar. El basamento cristalino tiene 2500 millones de años, pero todo el sistema emergió en el Terciario.”

Enseguida, Barletta nos deja pensando con otra cosa: dice que el Hombre vio estas sierras como las vemos nosotros hoy. “Si la creación durara 24 horas, se dice que el Hombre apareció en el último minuto” dice, haciendo alusión a los tiempos geológicos y los tiempos humanos. No es una novedad que esta zona de Buenos Aires haya sido muy prolífica en cuanto a corredores de aventura, entre otras cosas, claro. Ciudades como Olavarría y Tandil siempre tuvieron representantes en las más duras competencias del país. Pero desde que en Tandil se disputa, hace más de diez años, una fecha de las Adventure Race, la ciudad ha cobrado más fuerza como destino para corredores. Charly Centineo es uno de esos corredores que salieron de las sierras. Nació y se crió en Tandil y desde hace casi 20 años lleva adelante un emprendimiento de actividades al aire libre. La empresa se llama Kumbre y, junto a su amigo y socio Marcelo Palahi, Charly organiza una de las carreras que más creció en los últimos años: el Cruce OSDE Tandilia. “Para nosotros es una gran satisfacción que la carrera haya crecido tanto, pero queremos mantenerla así, como un evento casi artesanal, donde además de Marcelo y yo, trabajan amigos y familiares. Por eso creo que podemos brindar un evento tan cálido, pero bien potente como carrera de aventura”, reflexiona Charly. Pero además de El Cruce, Kumbre suele recibir corredores que vienen de otras ciudades a entrenarse, sobre todo de Buenos Aires. Entonces, es habitual que durante el año lleguen grupos de runners a Tandil, pasen un fin de semana y salgan a correr por las sierras. Probablemente, una nueva oportunidad turística para la ciudad.

Propuesta oficial. Para consultar por hoteles o prestadores de servicio, te recomentamos entrar al site oficial de la Dirección de Turismo de Tandil. www.turismo.tandil.gov.ar

Panorámica de Tandil

Cuando Don Atilio Magnasco llegó a Tandil en 1960, ya cargaba con una gran historia quesera

La familia de su padre había arrancado con la producción de quesos en Buenos Aires allá por 1855, cuando Urquiza era presidente. Con el tiempo, ese desarrollo creció hasta convertirse en un emporio. “Y mi papá, Atilio Magnasco, vino a Tandil porque la familia fundó La Tandilera, una de las queseras más importantes de la zona”, me cuenta Alejandro Magnasco, mientras nos da a probar diferentes tipos de quesos y da detalles de cada uno. Según parece, el Banquete es bien típico de Tandil y es conocido porque su horma es de forma cuadrada. Es una especie de equilibrio de sabor y consistencia; no es muy fuerte y al ser un semiduro, se desenvuelve como un queso óptimo para diferentes situaciones: picada, solo con un vino, para todos los días, para vigilante. 

Pero me fui de tema: la historia de los Magnasco y su tradición centenaria de producción de quesos se fue desarmando. Otras grandes empresas lácteas de la Argentina fueron adquiriendo acciones (La Tandilera, por ejemplo, fue comprada por La Serenísima) y promediando la década del ’70, Atilio decide dedicarse a la ganadería y pone un tambo en Tandil, donde ya hacía más de diez años que residía. “Hasta que en un momento quiere retomar con la producción de quesos, algo que era casi lógico porque, al tener el tambo y la producción de leche, que es la materia prima más importante del queso, sólo le quedaba aplicar su gran experiencia. Así nació Don Atilio, en 1992, y un poco mi viejo nos empujó a que nos metiéramos en el proyecto”, relata Alejandro, en el comercio que tienen en el centro de Tandil.

–¿Qué es lo mejor que tiene Don Atilio hoy? –quiero saber.

–La calidad. Al tener producción propia de leche, podemos controlar al detalle la materia prima, y eso es clave. Y creo que uno de nuestros mejores productos es el cuartirolo. Aunque parezca mentira, hacer un queso blando no es fácil y no es para cualquiera. El cuartirolo, el fontina y el Gouda son nuestras mejores producciones.

Ok. Me llevo uno de cada uno.

Tandil tiene varios spots para hacer rappel y tirolesa

En ellos, las familias pueden divertirse durante horas y tener un buen contacto con la roca. En algunos casos, esa primera experiencia hasta podría despertar ¡la pasión por la escalada! En nuestro trip tandilero visitamos el X Sierras Eco Park, un espacio en las Sierras donde podés hacer escalada, rappel, tirolesa, caminatas y hasta mountain bike, donde están desarrollando un circuito bien técnico. Quien lleva adelante el emprendimiento es Alberto del Castillo, un montañista que desde la década del ‘80 se instaló en El Chaltén y fue un impulsor de las actividades en la región. De hecho, fundó Fitz Roy Expediciones, una empresa que ofrece actividades de aventura en esa zona del Parque Nacional Los Glaciares. Con toda esa experiencia, Alberto diseñó este parque roquero, con actividades de montaña para niños, adolescentes y adultos.

Después de una cabalgada de medio día, una guitarreada, una salida en bici, una caminata, varias degustaciones y un poco de trail running, dejamos Tandil. Adentro del Jeep suena algo de Orishas, y mientras andamos por la RN3 de regreso a Buenos Aires, Rafael Chehín (nuestro productor) ceba un mate y comparte unas empanadas. Son las siete de la tarde y sabemos que ya no cenaremos. Para mí, ese es uno de los mejores planes ruteros: mate con empanadas. Para recomendar, igual que Tandil.

 

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