Nos metimos en el universo de los blogs de viajes para entender cómo funcionan y cuál es el valor diferencial que ofrecen.
La tendencia de los blogs de viajes crece sigilosamente, pero claro, no cualquiera sabe cómo hacerlo de forma que tenga una buena cantidad de seguidores, y que a las empresas del sector les sirva y los tenga en cuenta como un medio válido. Para entender cómo funciona, entrevistamos a Wenceslao Bottaro, miembro de Argentina Travel Bloggers. Si no los conocías, deberías darte una vuelta por www.redargentinatb.com.ar
–¿Qué es y cómo nace Argentina Travel Bloggers?
–Argentina Travel Bloggers (ATB) es una red de bloggers de viajes argentinos formada por 17 blogs independientes (pero somos 19 miembros, porque hay dos blogs hechos por parejas). La mayoría estamos en Buenos Aires, pero también hay otros en Rosario y Córdoba y otros que terminaron viviendo en otros países como EE.UU, Irlanda, Inglaterra o España. Como ATB, hace casi dos años que trabajamos de manera profesional en la industria turística, aunque la mayoría de los miembros fundadores de la red ya veníamos colaborando en otras experiencias colectivas, también vinculadas a los viajes. Me gusta decir que ATB surge de manera natural, como una necesidad propia del ecosistema de la comunicación turística, que es donde nosotros actuamos. Por un lado, la presencia más fuerte de Internet, a partir de la década del 2000, transformó radicalmente la comunicación tradicional, sobre todo los hábitos de producción y consumo de información. Por otro lado, ese ecosistema de medios tradicionales que se resistía (y aún se resiste) a los cambios, hizo que algunos de los que trabajábamos en él viéramos en Internet y en las nuevas plataformas que estaban surgiendo, un ámbito adecuado para poder experimentar con nuestras inquietudes.
–¿Cómo trabajan y cuáles son los objetivos de ATB?
–Nuestro objetivo principal fue convertirnos en referentes para la industria turística y para el público que busca información confiable en la web. Nos enfocamos en producir contenidos originales y de calidad, y en difundir los viajes y el turismo en todas sus formas. Todo lo que publicamos en nuestros blogs (textos, fotos, videos) es producido por nosotros mismos. De manera continúa, colaboramos en distintas acciones con destinos y empresas, pero también viajamos por nuestra cuenta. En menos de dos años de existencia, realizamos acciones con empresas y destinos en gran cantidad de países. Además, todo lo que hacemos está basado en la transparencia de las métricas. Todo lo que se hace en la web es medible y nuestras acciones están basadas en reportes estadísticos, y el trabajo en red que nosotros realizamos potencia mucho nuestra llegada y penetración en Internet. En Argentina, aún no hay otras iniciativas similares, que apuesten al trabajo colectivo por sobre los egos personales. El de blogger es un trabajo muy individualista.
–¿Cuál es el valor diferencial de un periodista de viajes que escribe en un blog?
–Escribir en un blog te permite desarrollar ciertos atributos que le aportan valor no sólo al público, sino también a los destinos y las empresas. Lo esencial es que te permite desarrollar una voz y un estilo personal, una identidad que les permite a los lectores identificarse con vos, no sólo por tipo de contenidos e información producida, sino también por la honestidad con que es comunicada. Somos responsables de cada palabra que publicamos en nuestros blogs, estamos obligados a ser transparentes, porque de esa credibilidad que vamos construyendo, depende nuestra existencia. Y a las empresas y destinos le aportamos el resultado de ese hacer que acabo de comentar: una referencia creíble y una comunidad de lectores viajeros que demanda información confiable, sugerencias y consejos y nuevas experiencias turísticas.
–¿Cómo empieza esta tendencia en nuestro país?
–La primera referencia rastreable es la de Jorge Gobbi, miembro de ATB, que comenzó con blogdeviajes en 2003; él es el pionero. En los años siguientes fueron apareciendo otros blogs, muy pocos, y a partir de 2010 el surgimiento de blogs se hizo más frecuente, aunque no podemos hablar aún de algo masivo. Por momentos, aparecen muchos blogs motivados por la falsa creencia de que, si tenés un blog, te van a invitar a viajar, o porque creen que ser blogger es sólo postear fotos de paisajes en las redes sociales. Pero enseguida son abandonados porque trabajar de manera profesional con un blog, implica una dedicación full time y, fundamentalmente, conocer la industria y el medio donde te movés. En mi caso, hace más de diez años que trabajo como periodista de viajes y escribí para casi todos los diarios y revistas de turismo de Argentina. Lo mismo ocurre con otros colegas. En ATB hay emprendedores web, profesionales de la comunicación, del marketing, del diseño, hoteleros y otros que trabajan en diferentes ámbitos de la industria turística. Nadie vive económicamente del blog, todos tenemos otros trabajos, pero hemos logrado que esos trabajos se relacionen con nuestra pasión por viajar y por compartir esas experiencias con nuestros lectores.
INTEGRANTES
Apuntes, ideas, imágenes, de Ana Astri-O’Reilly. A volar por el mundo, de Ale Sarco. Blog de viajes, de Jorge Gobbi. Blucansendel, de Wenceslao Bottaro. Claraboya circular, de Fernanda García. El mundo de Floxie, de Floxie and Mr. Filangie. Luc at dis, de Dulcinea del Toboso. Rural y urbano, de Mariana Alfaro. Sir Chandler, de Santiago Torre Wlash. Turytecnia, de Adrián Martínez. Un mundo pequeño, de Nair Felis Rodriguez. The urbanhunter project, de Daniela Dini. Viajes y relatos, de Laura Schneider. Viajo.org, de Nazarena Medina y Martín Aberastegue. El próximo viaje, de María Victoria Rodríguez. Bolso de mano, de Dolores Yomha. Amar viajar, de Leila Aisen.